lunes, 16 de abril de 2018

RECIBIENDO EL REINTEGRO PERFECTO


“Traed todos los diezmos al alfolí y
haya alimento en mi casa;
y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos,
si no os abriré las ventanas de los cielos,
y derramaré sobre vosotros
bendición hasta que sobreabunde.
Malaquías 3:10

¡Coño! Estoy harta del asunto del dinero. Párale ya, BÁJALE DIEZ!” Dios y yo tenemos un enamoramiento perenne, pero como todo en la dualidad, hay veces que ante los retos, se pierde la tabla…

Ese tiene que haber sido el reclamo en algún momento. No suena muy espiritual; si lo sé, pero yo amo mi vulnerabilidad humana, tanto como mi perfecta Divinidad. Sé que así nos hemos sentido muchos ante los retos financieros: humanamente vulnerables. El tema financiero era como un Karma y es que, en efecto, los retos nos apuntan hacia aquello dónde no estamos usando efectivamente las Leyes Universales a nuestro favor. Siempre sentía que tenía la provisión que necesitaba, pero algo no permitía que hubiese abundancia. El dinero fue parte de las causas de mi divorcio. Siempre ha sido un “issue” con mis padres y todo esto es muy comprensible: necesitamos dinero para vivir. En nuestra sociedad, el dinero es una necesidad básica como el agua, la comida y el techo…

…y el dinero también es uno de los grandes tabúes de los seres humanos.

Luego de dejar mi trabajo como directora para accionar mi misión como sanadora, mis finanzas colapsaron catastróficamente. Sin embargo, siempre afirmaba que estaba en la nómina del Universo y que todo sería provisto.

Mi experiencia fue fenomenal. Aún frente a los grandes retos, siempre pude sostenerme a mí y a mi hija. Fue en esta época que comencé a entender cómo, quién único obstaculiza el fluir de la abundancia del Universo para mi soy yo y punto. No hay otra razón excepto YO. Yo y solamente YO, soy 100% responsable de generar mi abundancia o mi escasez.

Por supuesto, esto no era una situación CONSCIENTE y eso es lo que es importante compartir cuando le hablo a la gente de ABUNDANCIA Y PROSPERIDAD. Mi misión es traer a la Luz los obstáculos subconscientes para profundamente estimular cambios permanentes en todas las áreas de nuestra vida.

Hay talleres de estos temas en Internet que ni botándolos, pero ¿qué nos detiene de accionar? Por lo regular es no escuchar esa vocecita interna que te dice: “eso es para ti”. No accionar cuando ves que cada vez que abres Facebook, te sale lo mismo de frente.  ¡Queremos más dinero pero no accionamos! ¡Nuestras benditas contradicciones! ¡Escribí sobre el diezmo en mi libro en el 2014 y no comencé a hacerlo hasta el 2018! ¡Créeme: te entiendo solidariamente!

Hemos escuchado de gurus que tienen grandes fórmulas y de gente que han logrado transcender a tener millones con todas la herramientas compartidas, sin embargo, tu aliado o peor enemigo, siguen siendo tu Mente, tus creencias y tus actitudes. Aquí es donde siento que mi trabajo es diferente. Mi labor es compartir mi experiencia desde la honestidad y vulnerabilidad para servirte de espejo, porque la gran mayoría de los maestros que conozco prefieren compartirte solo la teoría para protegerse. Ese no es mi estilo; mi Maestro Jesús se dio por completo. Pues, mi interés es modelar sus acciones, incluyendo el multiplicar panes y peces. Nuestras experiencias componen nuestro aprendizaje, así que compartir mis experiencias es parte de mi práctica de expandir el Amor.

Pues entre muchas cosas que debemos re-aprender para vivir en abundancia, la primera lección fue el recibir, y la segunda, la valentía. ¿La valentía? ¡Sí, por supuesto! ¡Para lograr transcender lo que nos limita debemos ser muy valientes! A veces hay que tener la valentía de renunciar a un trabajo que te deshonra, y en baja vibración no puedes atraer mejores oportunidades. A veces, hay que tener la valentía de decir: “Necesito ayuda.” En otras ocasiones, es simplemente la valentía de lanzar al zafacón las ideas que ya no te sirven para nada.

Cuando se habla de accionar el Diezmo, a muchas personas se les presionan todos los botones. Esto ocurre, en especial, con las personas cuya experiencia religiosa en el pasado fue particularmente castrante y de intensos controles mentales y espirituales a traves de la culpa. “Dios no necesita mi dinero,” ripostó una amiga el otro día, cuando le compartí cómo la práctica del Diezmo había multiplicado mágicamente mis ingresos. Para estas personas, Dios aún no es un TODO, por lo tanto, no entienden que cuando se entrega una ofrenda o Diezmo, a quien sea, se le está entregando a la ENERGÍA y todo, incluyendo nuestras cuentas de banco, esta constituido por ENERGÍA. Activando la Ley Universal de Causa y Efecto, a través de la acción de Diezmar desde el Amor, se genera un inmediato y abundante REINTEGRO, que por ser Divino, no llega solo una vez al año: se convierte en la Presencia Divina en forma de finanzas continuamente prósperas en tu vida.

La autora del libro “The Four Spiritual Laws of Prosperity”, Edwene Gaines, nos comparte en su escrito cómo peleó con el concepto del Diezmo hasta que finalmente entendió el versículo de Malaquías: ¡Dios le dijo que lo pusiera a
prueba (a él, no al Diezmo)!! Así lo hizo, y los resultados no se hicieron esperar. Sin embargo, la práctica del Diezmo, que es solo una de las herramientas en relación a las Leyes de la Prosperidad, establece como lo más importante, que debe pagarse antes que todo lo demás. Diezmar es un acto de Fe: es precisamente por eso que requiere una increíble valentía.

La Abundancia y la Prosperidad son ENERGÍAS; tú te alineas y vibras con ellas removiendo las múltiples distorsiones de tu pensamiento. Llegó el momento de activar tu deseo de vibrar en ABUNDANCIA. Además de invitarte a mi próximo taller sobre “La Ley de la Prosperidad”, por aquí te ofrezco una hermosa afirmación que es parte de mi práctica de abundancia. Ser ricos, prósperos y abundantes es nuestro derecho Divino.   

Recibamos nuestra abundancia con gratitud.


  
TRATAMIENTO PARA LA PROSPERIDAD


El Universo es infinito y rico. Toda la naturaleza refleja la abundancia de la vida. Siendo yo parte de la naturaleza, viviendo en Unidad con el TODO, estoy inmerso en la riqueza que es DIOS.
Es la única posibilidad; la riqueza está en todas partes.

Todas las ideas de limitación están fuera de alineación con la infinita y sobre abundante
riqueza del Universo. Hoy me alineo con mi naturaleza Divina.
Escojo aceptar mi herencia Divina.
Estoy dispuesto/a a ser rico/a, maravilloso/a y siempre soy poderosamente provisto y cuidado.

Gracias Divina Provisión, por todas las riquezas en mí y alrededor de mí.
Utilizo todo en la dirección de la Sabiduría y el Amor.
Suelto esta intención al Universo sabiendo que es para el mayor Bien mío y y de los demás.

¡HECHO ESTÁ!
Fuente: Central Florida Center for Spiritual Living (Traduccion: Dianiluz Cora)