martes, 12 de diciembre de 2017

¡AMO ESTE PLANETA!!!


Miré por la ventana mientras me preparaba para ir a visitar un nuevo centro espiritual. El cielo estaba cristalinamente azul. El sol tenía un brillo perfecto. ¿La magia? Hacía solo dos días, la temperatura estaba en 80° y ahora me preparaba para enfrentar 50°. ¿Cómo es que el día se ve exactamente igual, y a su vez es tan radicalmente diferente? ¡Mágico! De momento, sentí esta gran emoción y estas palabras brotaron sin darme cuenta de mi boca:

“¡AMO ESTE PLANETA!”

Me quedé atónita. Era la primera vez en 51 años de vida que decía algo como eso. Quizás el lector encuentre estas palabras vanas; quizás todo el mundo ama el planeta. La verdad del caso es que yo acabo de aprender a amarlo…

Pues resulta que soy eso que llaman una persona “INDIGO”. Los seres Indigo, en nuestra gran mayoría, somos seres muy rebeldes, extremadamente sensibles, muy llenos de ideas e iniciativas, muy inteligentes y llevamos dentro códigos para la cocreación de un nuevo planeta, por lo que tendemos a romper esquemas y cuestionar todas las creencias y paradigmas, antes de sumisamente aceptarlas como ciertas.* 


Según la hipnotista Dolores Cannon, en su libro “Las Tres Olas de Voluntarios y la Nueva Tierra”, los Indigo formamos parte del proceso de cambio en el planeta. La primera ola de voluntarios, mayormente Indigos, llegó a trabajar el cambio planetario de 3ra a 5ta dimensión, o si es más fácil comprender, la transformación del planeta de un mundo materialista a ser un mundo lleno de Amor. Esta ola comenzó a llegar a la Tierra entre los años 1950–1970; nos siguieron los Cristales y los Arcoiris. En general, vinimos a romper los viejos esquemas para darle paso a lo nuevo, por eso la perenne rebeldía. Muchos hemos sido grandemente incomprendidos y otros, según Cannon, no aguantaron la densidad del planeta y se suicidaron.   

Dicho esto, confieso que amar a este planeta ha sido muy difícil. Incluso, en una regresión hipnótica, logré ver el momento de mi nacimiento y sentir la rabia que tenía de tener que regresar aquí (creo firmemente en la reencarnación).  Explica Rémi Thivierge en su libro “Profound healing for Indigo Children and Youth and other sensitive souls”, que muchos Indigo deben lidiar con profundos sentimientos de coraje, que en ocasiones parecen infundados.  


Sin embargo, ese domingo sentí al fin amor profundo por el planeta, porque pude apreciar la magia y más aun… pude darme cuenta de que en efecto, ya vivo en otro planeta. ¿Cómo es esto? A medida que vamos evolucionando y afianzándonos en los códigos del Amor, nuestra vibra y vida cambian. Por lo tanto, comenzamos a atraer a nosotros cosas más hermosas: abundancia, sitios espectaculares y sobre todo, más amor. Cannon nos explica que el cambio no es de planeta en el aspecto físico. Seguiremos con los mismos países y ciudades. El cambio se siente en el Corazón y de ahí se manifiesta en nuestro entorno.


Debo reconocer que parte de mi transformación la debo a la práctica diaria del Ho’oponopono. Esta técnica de sanación consta de cuatro sencillas frases:

LO SIENTO – POR FAVOR, PERDÓNAME – TE AMO – GRACIAS

Cada día me despierto y las repito para mí de 10 – 21 veces. A veces enfoco en alguien o algo que deseo sane, otras veces es para mí misma y luego, suelto los resultados al Universo. Cuando de la nada, surgen de nuestro inconsciente frases tales como “Amo este planeta”, eso significa que el trabajo de sanación ha llegado a alcanzar nuestro subconsciente  gracias a la acción de la repetición. El Ho’oponopono es una técnica muy sencilla pero poderosa para lograr armonía en nosotros mismos y en nuestro entorno.

Más allá de ser un gran logro en el proceso de  sanación que significa para mí amar la Tierra, esta frase es una gran revelación: ¡YA HEMOS LLEGADO A LA NUEVA TIERRA! La razón por la cual mi ser resuena y lo dice a viva voz, ¡YO AMO ESTE PLANETA!  es porque mi Energía ya reconoce que este nuevo estado vibratorio de amor, luz y paz está aquí. Y, maravillosamente, ese día, así fue. Llegué a un hermoso lugar lleno de seres amorosos y espirituales que me recibieron con el más grande amor, ¡hasta Santa Claus estaba presente en la ceremonia!

Para lograr sanar hay que ser honestos con nosotros mismos y reconocer que es eso que nos roba la paz. Que es lo que nos provoca el coraje, la tristeza, la desesperanza y tomar acción en la dirección de sanar, aún si no entiendes de dónde te llegan esas emociones. Los Indigo por naturaleza sentimos mucho coraje y a la vez mucho amor, y eso nos crea gran confusión en ocasiones. Sin embargo, en esta nueva vuelta, en un nuevo planeta, te aseguro, que con una práctica espiritual sólida y una convicción de amor propio total, cada día despertarás diciendo:

¡YO AMO ESTE PLANETA!





*Thivierge, Remi,  “Profound healing for Indigo Children and Youth and other sensitive souls”,
Phoenix Vision Publications, 2011