Durante mi más reciente taller de almas gemelas, tuve la
oportunidad de compartir con un grupo extraordinario de seres poderosos,
comprometidos con manifestar una relación de pareja Divina. Hablamos de varios temas y se compartieron
ejercicios muy profundos con el propósito de entender los obstáculos que nos
limitan en nuestra meta de alcanzar una relación de pareja duradera y saludable. Gracias a que los participantes de estos
talleres son seres muy valientes que comparten sus experiencias, yo tengo la
oportunidad maravillosa de nutrirme también, convirtiendo cada experiencia en
un balanceado compartir en donde damos tanto como recibimos.
Entre los participantes, hubo una persona que me compartió,
terminado el taller, que gracias a lo que había aprendido, se había dado cuenta
de que siempre, durante los años de matrimonio, había sido más pariente que
pareja de la persona con la que se había casado. Habíamos compartido la importancia de ver
nuestra relación con nuestros padres y su relación entre ellos para entender
nuestros patrones. Para esta persona
este ejercicio de observación era algo nuevo. Su descubrimiento le traerá una nueva
conciencia a la hora de evaluar un compromiso con su próxima pareja.
¿Qué valiosa información recibimos de los patrones observados
en el hogar? ¿Qué nuevos patrones de
comportamiento hemos creado? ¿Estos
patrones, son favorables a nuestro bienestar?
Si no es así, ¿por qué los seguimos repitiendo?
Una buena práctica para cambiar y elevar nuestro punto
vibracional con el fin de no atraer experiencias negativas a nuestro entorno es
observar la información de las relaciones que ya hemos atraído hacia nosotros
en el pasado. Cuando existe un patrón
consistente, ese patrón nos da información valiosa sobre nosotros mismos. Al mirar cual es la característica que se
repite en nuestras relaciones, esa información nos ayuda a sanar sabotajes
interiores o si es positivo, nos ayuda a capitalizar en nuestras fortalezas
para así, atraer a nuestra experiencia más oportunidades de bienestar. Por ejemplo, conozco el caso de una mujer muy
co dependiente cuyo patrón era atraer hombres maltratantes que se aprovechaban de ella. Cuando su relación anterior terminó debido a
un accidente fatal de su pareja, en el mismo hospital se encontró a un nuevo
prospecto con unas características tan disfuncionales como las que había
manifestado en su relación anterior. Sin darse el tiempo de estar a solas para re
evaluar y sanar, comenzó su nueva relación y el resultado no se hizo esperar: una
orden de protección.
Cuando continuamos atrayendo relaciones maltratantes,
disfuncionales, tóxicas o drenantes, cualquiera que sea el caso, es necesario
hacer pausa. Es importante aprender a
estar solos con nosotros mismos, en silencio, preguntando y escuchando, para
que nuestra sabiduría superior pueda
brindar las respuestas correctas. En el
caso extremo de que estos patrones hayan afectado severamente nuestra salud física,
mental, emocional u espiritual, entonces es necesario pedir ayuda profesional.
Observa tu vida y tus relaciones suavemente y con
bondad. Cada una tiene información
valiosa para ti, aún aquellas en las que más sufriste. Siempre hay un ángulo de gratitud que nos
permite entender, que gracias a estas personas, ya tienes pleno conocimiento de
lo que no quieres en tu vida, por lo tanto, lo mejor comenzó su marcha hacia ti,
cuando con determinación dijiste: “Esto no lo quiero más en mi camino.” Ámate, bendice a los que no supieron hacerlo
y suelta para que tus manos abiertas puedan recibir todo lo bueno que viene en
camino para ti. Bendiciones y Luz
Divina.
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