domingo, 10 de marzo de 2013

LOS PATRONES NUESTROS DE CADA DÍA


Durante mi más reciente taller de almas gemelas, tuve la oportunidad de compartir con un grupo extraordinario de seres poderosos, comprometidos con manifestar una relación de pareja Divina.  Hablamos de varios temas y se compartieron ejercicios muy profundos con el propósito de entender los obstáculos que nos limitan en nuestra meta de alcanzar una relación de pareja duradera y saludable.   Gracias a que los participantes de estos talleres son seres muy valientes que comparten sus experiencias, yo tengo la oportunidad maravillosa de nutrirme también, convirtiendo cada experiencia en un balanceado compartir en donde damos tanto como recibimos. 
Entre los participantes, hubo una persona que me compartió, terminado el taller, que gracias a lo que había aprendido, se había dado cuenta de que siempre, durante los años de matrimonio, había sido más pariente que pareja de la persona con la que se había casado.  Habíamos compartido la importancia de ver nuestra relación con nuestros padres y su relación entre ellos para entender nuestros patrones.  Para esta persona este ejercicio de observación era algo nuevo.  Su descubrimiento le traerá una nueva conciencia a la hora de evaluar un compromiso con su próxima pareja. 
¿Qué valiosa información recibimos de los patrones observados en el hogar?  ¿Qué nuevos patrones de comportamiento hemos creado?  ¿Estos patrones, son favorables a nuestro bienestar?  Si no es así, ¿por qué los seguimos repitiendo? 
Una buena práctica para cambiar y elevar nuestro punto vibracional con el fin de no atraer experiencias negativas a nuestro entorno es observar la información de las relaciones que ya hemos atraído hacia nosotros en el pasado.   Cuando existe un patrón consistente, ese patrón nos da información valiosa sobre nosotros mismos.  Al mirar cual es la característica que se repite en nuestras relaciones, esa información nos ayuda a sanar sabotajes interiores o si es positivo, nos ayuda a capitalizar en nuestras fortalezas para así, atraer a nuestra experiencia más oportunidades de bienestar.  Por ejemplo, conozco el caso de una mujer muy co dependiente cuyo patrón era atraer hombres maltratantes  que se aprovechaban de ella.  Cuando su relación anterior terminó debido a un accidente fatal de su pareja, en el mismo hospital se encontró a un nuevo prospecto con unas características tan disfuncionales como las que había manifestado en su relación anterior.  Sin darse el tiempo de estar a solas para re evaluar y sanar, comenzó su nueva relación y el resultado no se hizo esperar: una orden de protección. 
Cuando continuamos atrayendo relaciones maltratantes, disfuncionales, tóxicas o drenantes, cualquiera que sea el caso, es necesario hacer pausa.  Es importante aprender a estar solos con nosotros mismos, en silencio, preguntando y escuchando, para que  nuestra sabiduría superior pueda brindar las respuestas correctas.  En el caso extremo de que estos patrones hayan afectado severamente nuestra salud física, mental, emocional u espiritual, entonces es necesario pedir ayuda profesional.
Observa tu vida y tus relaciones suavemente y con bondad.  Cada una tiene información valiosa para ti, aún aquellas en las que más sufriste.   Siempre hay un ángulo de gratitud que nos permite entender, que gracias a estas personas, ya tienes pleno conocimiento de lo que no quieres en tu vida, por lo tanto, lo mejor comenzó su marcha hacia ti, cuando con determinación dijiste: “Esto no lo quiero más en mi camino.”  Ámate, bendice a los que no supieron hacerlo y suelta para que tus manos abiertas puedan recibir todo lo bueno que viene en camino para ti.  Bendiciones y Luz Divina.       

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