domingo, 26 de agosto de 2012

MI AMIGO EL CANCER

                                                                          
                                                                                   Dedicado con el más grande amor a Maritza y Gonzy

Ayer me acurruqué en la cama junto a mi hermana, que convalece luego de su operación para erradicarle un cáncer que se había alojado, sin invitación, en su pecho.  Hoy recordaba con gratitud su primera sesión de quimo-terapia.  Recordé su sonrisa al salir, la alegría de poder estar allí esperándola, la esperanza que sobre pasa el temor y la importancia de abrazar el cáncer: cuando abrazamos el cáncer, abrazamos la vida.   Mi hermana Maritza es una heroína extraordinaria.  En pie de guerra y agarrada fuertemente de su Fe, Mari continuó trabajando durante sus tratamientos, cantando en su iglesia, cuidando a sus hijas, cocinando, fregando, planchando… viviendo.  Mari se abrazó a la vida y en su abrazo, abrazó su cáncer.  Su cáncer, al sentir su abrazo, se transformó en luz, que ahora brilla esperanza para otros que algún día deban enfrentar este reto.

Sin embargo, la invitación verdadera es a abrazar la vida sin que deba llegar un cáncer o algún otro reto a recordarnos la importancia de existir en continua gratitud por todo lo que significa estar vivos.  Debemos recordarnos diariamente la importancia de vivir en aprecio, armonía, comunión y bienestar.  El recordatorio a cuidar nuestros cuerpos debe ser un nuevo amanecer, no un nuevo diagnóstico.  El recordatorio a reconectar con el espíritu debe ser el canto de un ave o el zumbido del viento, no el grito de un ser amado.  El recordatorio de vivir plenamente en el presente debe ser el reconocer y agradecer que para leer este artículo en este momento tienes ojos, computadora, Facebook, electricidad, conocimiento para poder leer, una amiga que escribe, tiempo para leer, un deseo en tu corazón de expandir tus experiencias y mientras sigues sumando dichas a este eterno presente, se multiplica infinitamente la sobre abundancia que crea en tu vida una continua bendición, esto es, si te tomas el tiempo de parar, observar y absorber plenamente cada experiencia de vida.

Al igual que ver a Mari triunfar en su reto es un regalo, bendición fue ver a Gonzy, que con apenas unos 18 años, abrazó su cáncer y fundiéndose en uno,  partió con él.  Hay sanación cuando sabemos que un reto de salud puede ser un pasaje hacia la presencia más poderosa del Universo.  Es hermoso reconocer que el amigo cáncer, o cualquier otro amigo que afecte tu salud, te brinda su mano para llevarte de frente al amor más puro que hayas conocido; ya sea a través del amor de familiares y amigos o cuando te elevas para ser sólo espíritu.  Como quiera que deseemos verlo, los retos de salud, financieros, de relaciones o de cualquier otro tipo tienen una sola finalidad cuando decidimos abrazarlos: ponernos de frente al amor más puro, para seguirlo viviendo por toda una eternidad.   Abraza tus retos con enorme gratitud y los verás transformarse en la más diáfana luz….. BENDICIONES.

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