domingo, 9 de septiembre de 2012

500 TEMBLORES + 1 SEMANA = PAZ

Durante la semana pasada, en el enjambre de placas tectónicas mejor conocida como como “La Trinchera”, ubicada al Norte de Puerto Rico, se registraron unos quinientos temblores de tierra. La Red Sísmica de Puerto Rico lleva a cabo una magnífica labor al monitorear estos continuos movimientos y mantenernos informados. Nuestra responsabilidad es estar preparados para esta o cualquier otra eventualidad, tener a mano un bulto con provisiones y nuestros documentos importantes y mantenernos en paz. Luego de los terremotos de Haití, Chile, Japón, Nueva Zelanda y algunos otros que ahora se escapan a mi memoria, se me ocurrió hacer una negociación con las placas Puertorriqueñas. ¿Qué tal, si en vez de acomodarse de una vez, se van acomodando poco a poco? Solicité a la bondadosa Tierra Boricua que hiciera sus cambios con suavidad y para el bienestar de todos. Desde que esa negociación se hizo, la tierra en Puerto Rico ha temblado varias veces de forma significativa pero sin mayores consecuencias; el resto del tiempo, lo hace poco a poco y así afirmo que ha de continuar. Los seres humanos tenemos la maravillosa oportunidad de visualizarnos poderosos o víctimas ante cualquier circunstancia de la vida. Tenemos la capacidad de mirar nuestras situaciones y encontrar alternativas positivas que beneficien a todas las partes, sin tener que sentirnos limitados o impotentes, esto, sin importar el reto que tengamos de frente. Esta práctica de vida trae paz. A veces pensamos, erróneamente, que no podemos evitar un terremoto o desviar un huracán. Ciertamente, hay momentos en que la voluntad Divina difiere de la nuestra, sin embargo, siempre estamos invitados a buscar una alternativa positiva y actuar. Sentarnos a sentirnos tristes, oprimidos, derrotados y/o abusados, es otra opción. Sin embargo, este no es el camino del poder. La invitación de hoy es a que mires las relaciones en tu vida donde “las placas puedan estar rozando”. Primeramente contempla, sin ningún apego, la emoción que acompaña la experiencia. Luego, visualiza por un instante el resultado que deseas y observa la sensación que esa imagen provoca en ti. Si la emoción es positiva, has creado una buena alternativa para resolver la situación. Si por el contrario, la sensación no te provoca bienestar, es saludable contemplar otras opciones. Cuando encuentres la alternativa que provoca un sentimiento de paz, toma acción. La Tierra tiembla porque su movimiento es necesario para crear balance en el planeta. Las relaciones entran en espacios de desacuerdo y contraste, porque la expansión misma del Universo depende de la forma en que se resuelven las diferencias. Sin embargo, el respeto hacia todos los seres, incluyendo nuestro planeta, trae de por sí la paz. La invitación es a que, con una buena comunicación, hagamos de las diferencias una oportunidad de aprendizaje. Siempre tenemos la opción poderosa de vivir en armonía sin que haya que rozar con nadie. ¡Tal vez así la Tierra nos sienta y continúe temblando suavecito! Bendiciones.

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