domingo, 24 de agosto de 2014

¿¿LOCA YO??


Desarrollar la destreza de responder en vez de reaccionar, es sin duda alguna, todo un arte.   En Puerto Rico, “tirar de la baqueta” o “disparar por la boca”,  sin antes pasarlo por el filtro del corazón es uso y costumbre.   Pensándolo bien, puede que sea más universal que boricua.   Aun cuando aprendí de don Miguel Ruíz, el Tolteca, a ser impecable con la palabra, la palabra me sigue dando lecciones de sabiduría.  Lo importante es escuchar profundamente, como decimos los Coaches, “a tercer nivel”,  porque muchas veces, lo que el Universo está tratando de decirte, viene maravillosamente codificado. 

El otro día llegué a la presentación del libro de una colega a la que admiro y respeto.  Es una mujer brillantísima, pulida en la palabra y con una sensibilidad humana particular.  Me encanta escuchar cómo se expresa y lleva consigo una vibra tan celestial, que podría decir que muy pocas mujeres que conozco se proyectan con la impecable seguridad con que lo hace esta magna escritora puertorriqueña.  Aunque nos conocemos hace poco, podría decir, ahora sin lugar a equivocarme, que la admiración es mutua. 

El día de la presentación de su libro, me acerqué a felicitarla y con gran orgullo me presentó a sus amistades y colegas como “su amiga que es loca”.  Por lo regular, soy muy cuidadosa con el uso de palabras cuyas manifestaciones en este plano no son agradables, así que la cara se me desfiguró.  Cada vez que alguien me ofrece un halago mi respuesta es la misma: “Eres mi espejo.”  Luego de respirar profundo para articular mi habitual respuesta, dije: “Eres mi espejo y eso, pues, recíbelo como llegue”.  Ante su turbado rostro y las risotadas de sus amistades, dí la vuelta y me fui. 

Como no entendí claro el mensaje, justo al otro día, me lo repitieron.  Un cliente de Coaching me dijo lo mismo: “¡Yo quiero ser tan loco como tú!”  Ya con más confianza y un poco cansada de que me repitieran lo que no entiendo, le dije a mi cliente: “OK. Páralo ahí.  Es la segunda vez en dos días que me dicen loca: ¿Explícame qué rayos significa eso para tí?”  La clarificación es una de las herramientas más valiosas de la profesión de Coaching; clarificamos para lograr una comunicación afín y con el deseo de evitar malos entendidos.  Preguntamos, indagamos profundo e incluso, a veces decimos: “te voy a repetir lo que entendí para saber si es esto lo que quieres decir.”   La comunicación clara y efectiva es necesaria para la co-creación de vidas extraordinarias.  La valentía de preguntar y clarificar sin “disparar de la baqueta” es una importante destreza necesaria para elevar todas nuestras relaciones al ámbito del amor y lejos de los juegos del ego.

“Eso quiere decir que eres valiente,” dijo mi cliente sin vacilar.  “Eres emprendedora, los miedos no te paran, haces lo que te da la gana porque nada ni nadie tiene poder sobre ti, en fin, a ti no te detiene nadie y yo quiero ser más como tú.”  Respiré profundo y con gran alivio dije: ¡Sí, SOY LOCA!  Acto seguido recordé las sabias palabras del Apóstol Pablo en su segunda carta a los Corintios: “¡Ojalá y me toleraseis un poco de locura!  Sí, toleradme.”   Sin valentía los sueños no se cumplen y para saltar al abismo, fuera de nuestra zona de comodidad, sí, hace falta un poco de locura… 


Gracias Dalia Stella González, mujer valiente y de poder, sin duda alguna, eres mi espejo.  

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