Mi número de vida es nueve. La
suma de mi fecha de nacimiento es nueve. La suma de este nuevo año, 2+0+1+6 = 9.
Este número ha sido una constante en mi
vida, así que he dedicado tiempo a estudiarlo y efectivamente, es el número del
AMOR. Las personas con un número de vida 9 venimos a aprender la lección de cómo
amar en perfección, como la Divinidad ama. Sin embargo, no es la concepción del
amor romántico únicamente lo que marcará este año. El 9 es un número altamente
místico. Este periodo marcará una pauta en nuestra historia porque llegó el
momento de practicar el arte de amarlo todo.
“Misericordia quiero, no
sacrificio,” dijo el maestro Jesús, el Cristo durante su tiempo en la Tierra. En
el Antiguo Testamento observamos la práctica del sacrificio, mayormente de
animales, aunque a Abraham se le pidió que sacrificara a su hijo como muestra
de Fe. El maestro Jesús vino, en parte, a abolir prácticas que ya no eran
necesarias para que las personas pudiesen agradar a Dios. Como resultado de
estos cambios propuestos por el maestro, los sacrificios desaparecieron de
muchas prácticas religiosas. La palabra misericordia,
según el Diccionario de la Real Academia Española se define como virtud que inclina el ánimo a compadecerse
de los sufrimientos y miserias ajenos. Cuando podemos vivir en la
misericordia, el sacrificio es innecesario ya que el amor se convierte en la práctica
común del servicio a los demás, lo cual produce profunda y sobreabundante alegria.
La lección del Amor que nos llega
con el 2016 abarca muchas áreas de nuestra vida. En la experiencia de vivir en
el Amor necesitaremos mirar nuestro amor propio, nuestras relaciones, nuestro
deseo de manifestar nuestras almas gemelas, el amor por la Tierra y en nuestro
caso particular, el amor por nuestro país. Tendremos grandes cuestionamientos
en cuanto a si amamos nuestro trabajo o si hay un llamado al que debemos
atender porque el trabajo que hacemos no nos satisface el alma y por ende, lo
hacemos solo por dinero y no por amor. Tendremos que manejar fuertes lecciones
relacionadas con el punto de Energía del Corazón. Esto significa que
enfrentaremos grandes lecciones de compasión, aceptación, tolerancia, perdón y
por supuesto, misericordia. Todas las situaciones serán una gran batalla entre
el ego y el amor y de aquí, el que aun cuando 2016 augura un año de Amor, la
batalla entre la Luz y la Oscuridad será feroz y cada persona deberá decidir en
dónde se alinea.
Alinearse con el Amor no es tarea
fácil cuando el Ego ha sido el protagonista de la película por tanto tiempo.
Será duro cuando dejemos de amar objetos materiales para amar gente. El golpe
será brutal, cuando en vez de luchar por tener la razón, optemos por el
silencio. Ni se diga de lo que el Ego sufrirá cuando en nuestro despertar comencemos
a servir a otros ya sea que recibamos un pago por ello o no. El pobre Ego
agonizará cuando sembremos árboles, paz, sabiduría y bienestar en vez de
ocuparnos en sembrar la semilla de la discordia por todas partes. Habrá llanto “egoico”
cuando las personas decidan que cuidarse y cuidar a sus familiares es prioridad.
Cada vez que alguien cuide su cuerpo y cuide a los suyos, la energía del Amor
tomará una velocidad exorbitante y el Ego se sentirá muy, muy desempoderado. Bueno,
al Ego también hay que amarlo, sin embargo, será amado en función de que sea un
catalizador del Amor que somos porque ya no estaremos en la posición de
defendernos. En el nuevo orden, crearemos un mundo de Amor absoluto y las
defensas, ni entre las naciones ni entre los individuos, serán necesarias.
Lo que hemos conocido como la
nueva “Era” no es otra cosa que una evolución consciente a un espacio en el
cual reconocemos que debemos entender las mecánicas del Amor en todas sus
dimensiones. Cada persona debe comenzar por amar lo que más fácil se le hace
amar y expandir desde ahí. Ame a sus hijos y pareja y luego, ayude a otros
niños en gratitud por su familia. Ame a su mascota y de vez en cuando, alimente
a algún animal realengo. Cuide su cuerpo y ore o visite personas con retos de
salud en gratitud por la salud que usted tiene, en fin, ámese y ame. No hay mucho
espacio para el Ego cuando estamos tan y tan ocupados practicando el Amor.
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