domingo, 3 de enero de 2016

2016: RENACIENDO EN LA ERA DEL AMOR

Mi número de vida es nueve. La suma de mi fecha de nacimiento es nueve. La suma de este nuevo año, 2+0+1+6 = 9.  Este número ha sido una constante en mi vida, así que he dedicado tiempo a estudiarlo y efectivamente, es el número del AMOR. Las personas con un número de vida 9 venimos a aprender la lección de cómo amar en perfección, como la Divinidad ama. Sin embargo, no es la concepción del amor romántico únicamente lo que marcará este año. El 9 es un número altamente místico. Este periodo marcará una pauta en nuestra historia porque llegó el momento de practicar el arte de amarlo todo.

“Misericordia quiero, no sacrificio,” dijo el maestro Jesús, el Cristo durante su tiempo en la Tierra. En el Antiguo Testamento observamos la práctica del sacrificio, mayormente de animales, aunque a Abraham se le pidió que sacrificara a su hijo como muestra de Fe. El maestro Jesús vino, en parte, a abolir prácticas que ya no eran necesarias para que las personas pudiesen agradar a Dios. Como resultado de estos cambios propuestos por el maestro, los sacrificios desaparecieron de muchas prácticas religiosas. La palabra misericordia, según el Diccionario de la Real Academia Española se define como virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenos. Cuando podemos vivir en la misericordia, el sacrificio es innecesario ya que el amor se convierte en la práctica común del servicio a los demás, lo cual produce profunda y sobreabundante alegria.

La lección del Amor que nos llega con el 2016 abarca muchas áreas de nuestra vida. En la experiencia de vivir en el Amor necesitaremos mirar nuestro amor propio, nuestras relaciones, nuestro deseo de manifestar nuestras almas gemelas, el amor por la Tierra y en nuestro caso particular, el amor por nuestro país. Tendremos grandes cuestionamientos en cuanto a si amamos nuestro trabajo o si hay un llamado al que debemos atender porque el trabajo que hacemos no nos satisface el alma y por ende, lo hacemos solo por dinero y no por amor. Tendremos que manejar fuertes lecciones relacionadas con el punto de Energía del Corazón. Esto significa que enfrentaremos grandes lecciones de compasión, aceptación, tolerancia, perdón y por supuesto, misericordia. Todas las situaciones serán una gran batalla entre el ego y el amor y de aquí, el que aun cuando 2016 augura un año de Amor, la batalla entre la Luz y la Oscuridad será feroz y cada persona deberá decidir en dónde se alinea.

Alinearse con el Amor no es tarea fácil cuando el Ego ha sido el protagonista de la película por tanto tiempo. Será duro cuando dejemos de amar objetos materiales para amar gente. El golpe será brutal, cuando en vez de luchar por tener la razón, optemos por el silencio. Ni se diga de lo que el Ego sufrirá cuando en nuestro despertar comencemos a servir a otros ya sea que recibamos un pago por ello o no. El pobre Ego agonizará cuando sembremos árboles, paz, sabiduría y bienestar en vez de ocuparnos en sembrar la semilla de la discordia por todas partes. Habrá llanto “egoico” cuando las personas decidan que cuidarse y cuidar a sus familiares es prioridad. Cada vez que alguien cuide su cuerpo y cuide a los suyos, la energía del Amor tomará una velocidad exorbitante y el Ego se sentirá muy, muy desempoderado. Bueno, al Ego también hay que amarlo, sin embargo, será amado en función de que sea un catalizador del Amor que somos porque ya no estaremos en la posición de defendernos. En el nuevo orden, crearemos un mundo de Amor absoluto y las defensas, ni entre las naciones ni entre los individuos, serán necesarias.


Lo que hemos conocido como la nueva “Era” no es otra cosa que una evolución consciente a un espacio en el cual reconocemos que debemos entender las mecánicas del Amor en todas sus dimensiones. Cada persona debe comenzar por amar lo que más fácil se le hace amar y expandir desde ahí. Ame a sus hijos y pareja y luego, ayude a otros niños en gratitud por su familia. Ame a su mascota y de vez en cuando, alimente a algún animal realengo. Cuide su cuerpo y ore o visite personas con retos de salud en gratitud por la salud que usted tiene, en fin, ámese y ame. No hay mucho espacio para el Ego cuando estamos tan y tan ocupados practicando el Amor.


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