PROTÉGÉ: La rendición ante el amor

Lo opuesto a la rendición es resistencia, oposición y hasta cierto punto, sufrimiento. Ante el surgimiento del poderoso colectivo de luz Vortex Protégé, no me quedó otra que preguntarme: ¿cuándo fue que dejé de resistir? Las Protégé, son un colectivo de mujeres empoderadas al servicio de la Luz que surge como resultado de la celebración del 4to aniversario de Vortex Global Coaching. Cuando este poderoso colectivo se manifestó en mi experiencia como una natural expansión de mi misión, supe que ya la resistencia había mermado significativamente en mí.

Es natural que en el camino del cumplimiento de la misión personal mucha gente se resista.  Así que, en algunos casos el Universo les ofrece un poco de ayuda… les da un pequeño empujón. Al neurobiólogo, Dr. Joe Dispenza, le dieron con una guagua Bronco y estuvo meses en el hospital. A Esther Hicks, el canal que permite que nos lleguen las enseñanzas de la colectividad de inteligencias que se auto denomina Abraham, la asaltaron a punta de pistola. A Paulo Coelho lo botaron de su trabajo en la disquera famosa y estuvo dos años insistiendo en buscar otro empleo similar hasta que se rindió y se fue al Camino de Santiago para que su propio camino le fuese revelado. A mí no me tuvieron que dar tan duro, pero sí me tiraron por la escalera de mi condominio mientras llevaba propaganda política. No me tuvieron que tirar dos veces. El mensaje fue claro y contundente: se acabó. ¡Yo no vine a este planeta con estos dones y talentos para eso!

Aún cuando en ocasiones el mensaje llega claro de que nuestro camino verdadero es otro al que hemos llevado hasta ahora, no hay rendición. Hay negociación y eso también vale. Hay la posibilidad de decir: “pues yo quiero cumplir mi misión y seguir mi trabajo e ir poco a poco por el camino, ¿qué tal?” y de momento, se abre todo un mundo de nuevas posibilidades. Realmente no nos estamos rindiendo o renunciando a nuestra realidad física o a la vida que conocemos. Estamos en el proceso de rendirnos al amor porque ya el ego no va a controlar más nuestra existencia; el miedo ya no es lo que dicta nuestro andar. Las palabras mágicas para provocar ese cambio son: “hágase tu voluntad”. En el momento en que estas palabras se pronuncian, comienza a manifestarse el nuevo mundo que nos ha estado convocando desde que nacimos.

Sin embargo, nos preguntamos: ¿cuál es la energía que nos lleva a tal rendición? El amor al servicio. Realmente, la rendición se despierta cuando nuestro deseo de servirnos a nosotros mismos únicamente va disminuyendo ante el deseo ferviente de ayudar a otros. No importando cuál sea el medio de servicio; aportar al mejoramiento del planeta, de un niño, un animal o un país, es el cumplimiento del llamado.  A veces las acciones son contundentes, como lo es el crear un sistema alterno de generación energía o la cura de alguna aflicción, ya sea, física, mental y/o espiritual  o a veces, es lograr provocarle una sonrisa al empleado que está tan y tan amargado, que parecería que ya no sabe cómo sonreír. Es detenernos y entender que este llamado, grande o casi grande, es la única razón por la que estamos aquí, en el proceso magno de perfeccionarnos en el amor.

Pues si ayudar a otros suena como algo tan noble, ¿por qué resistimos? El miedo. ¿Y cómo superamos ese miedo? Cocreando una alianza UNO a UNO con la Divinidad. Así de fácil. El Poder que define a la Divinidad es nuestro por acción de la Ley de Correspondencia, que dice que como es adentro es afuera, entonces, el mundo de todas las posibilidades se abre ante nosotros. El miedo no define a la Divinidad, define a la humanidad, por lo tanto, en cualquier momento que sientas esta magnífica vibración (es una bendición que exista) lo que te están diciendo es que estás desconectado/a de la Fuente Divina. Vuelves a un pensamiento de unificación, o de amor, o de que “todo está bien” y tu vibración vuelve a la paz y de ahí puedes manifestar cualquier milagro. El “milagro”, que es la manifestación de tu unificación creadora con el Creador, comienza a fluir con facilidad a medida que confías en el poder de tu Ser y en el poder de tu Amor.

Pienso que el ver ante mí un colectivo con el poder de Vortex Protégé, es el milagro de la rendición. Es el premio por haber soltado mi trabajo para entregarme de lleno en cuerpo y alma a mi misión. Hay gente que se entrega a su propósito y quieren ver solo dinero. Pues sí, yo quiero de eso, pero más quiero mirar a mi alrededor y reconocer que mi poder se ha expandido de tal forma que ahora es una fuerza de amor imparable. Este es el comienzo de mi verdadero legado. Nuestro primer libro contará los procesos de empoderamiento de cada una de estas poderosas mujeres, no solo a través de haberse comprometido con un proceso de coaching, pero más importante aún, por haber aceptado la invitación Divina a brillar su luz públicamente. Al principio, todas estaban muy aprehensivas. Sin embargo, mientras se fueron conociendo y relacionando, se fueron dando cuenta, de que todas respondían a un llamado superior y el amor creó un vórtice impresionante llamado Vortex Protégé. Gracias Aida, Catherine, Gema, Milagros, Verónica y Zayana por decir SI a este llamado. ¡Enhorabuena!!!!!

Comprometidas, proactivas y creativas, las chicas generaron su página en Facebook hace escasamente  un mes atrás. Ya más de 300 personas se han unido (¡¿Faltas tú?!), pero este no es el número que impresiona. El número que realmente impacta, es que en tan solo esta semana, más de 7,000 personas han recibido un mensaje de inspiración gracias a las Vortex Protégé.  Y eso es posible, porque cuando nos rendimos al amor, este se expande; si resistimos hay contracción. Rendirnos al amor significa que ya la resistencia que viene del “que dirán”, “y si hago algo mal” o “a mí no me gusta llamar la atención” pasa a un plano inexistente.  Ahora el pensamiento primordial es: “Manifiéstate con poder a través de mí y hazlo para mí y para los demás con amor, sabiduría y grandeza”. Y así, los territorios quedan debidamente ensanchados y la magia es simplemente inevitable…

La voluntad de bien, sabiduría y luz se hace en nosotros… y quedamos rendidos ante el amor…