“No temáis manada pequeña,
porque a
vuestro Padre
le ha placido daros el Reino.”Jesús
(Lucas 12:32)
Al
principio de mi despertar espiritual, ofrecí un taller en una iglesia en la que
hablé del concepto “YO SOY DIOS”. Raudos y veloces, algunos de los hermanos
estaban listos para lincharme por mi osadía. La reverenda me advirtió que
tuviese precaución al momento de llevar un mensaje como ese. Esto fue hace unos
10 años atrás…
Hoy me
congregé en una iglesia en la que se ofreció una hermosa meditación y la frase
“YO SOY DIOS” formaba parte de la misma. Las personas allí congregadas
recibieron el mensaje y la afirmación con beneplácito. Todos se sentían que
eran UNO con el Todo. Hoy entendí que había llegado a casa.
Ser un
Creador Consciente es un privilegio sagrado, que también a veces, es un gran
riesgo. A mi Maestro y modelo de Empoderamiento, Jesús el Cristo, lo
crucificaron por precisamente, reconocer su unificación total con Dios. Sin
embargo, una vez unificados, hay un Amor Superior que nos mueve a, contra
viento y marea, hablar nuestra VERDAD.
Mi VERDAD
es que YO SOY DIOS. A mí solo llega aquello que también lo es. Mi VERDAD es que
tengo dones espirituales, canalizo mensajes, hablo con los arcángeles y sano
personas. Mi VERDAD es que soy como Jesús. El dijo que las cosas que él hacía y
más grandes yo las puedo hacer y yo LE CREO. En cada momento que tomo acción
desde mi grandeza y mi poder, sin miedo al “qué dirán”, sin esperar
recompensas, más bien confiando en las Leyes de Causa y Efecto; estoy viviendo
mi VERDAD. ¡Cada vez que SOY DIOS, DIOS se glorifica en mí y expande su LUZ en y a través de mi, porque es
precisamente nuestra Unión la que hace la expansión posible!
SER DIOS es
abdicar finalmente nuestro libre albedrío humano para recibir nuestro PODER
DIVINO. Esto fue lo que Jesús le ofreció al joven rico que quería seguirle,
pero él no lo entendió:
“21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo
que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque
tenía muchas posesiones.”
Jesús (Mateo 19:21-22)
De
aquí que tantas y tantas personas prefieren describirse como “imperfectas”.
Para lograr tener tesoros en el cielo y la perfección del PODER CRÍSTICO, hay
que soltar los “tesoros” terrenales. Sin
embargo, esto solo activa la Ley del Vacío para que así la Divinidad pueda
traer los tesoros que genuinamente necesita tu ALMA.
Cuando
vibramos como la Divinidad, nos es posible co-crear nuestro mundo desde la
grandeza. Cuando abdicamos nuestra voluntad al Divino, el Divino nos entrega la
suya. La abundancia, el amor, la salud, el cumplimiento de nuestro propósito en
alegría y prosperidad, son solo algunos de nuestros regalos al aceptar que la UNIFICACIÓN
es el camino hacia la co-creación.
La
invitación es a celebrar la grandeza de nuestro PODER en vez de escondernos o avergonzarnos por ello. Disfrutemos la vida que nos es dada al entrar en la rendición y confiar en la
bendición. Tu VERDAD es que eres DIOS: exprésate en confianza y glorifica con
tu ejemplo al AMOR que te sostiene. ¡Bienvenidos al Reino!
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